sábado, 6 de octubre de 2012

La Lámpara Bio-Térmica TDP y sus beneficiosos efectos.


Las Lámparas Bio-Térmicas TDP producen un calor agradable y profundo al tiempo que actúan de forma muy beneficiosa sobre nuestro cuerpo, ayudando a la regeneración y recuperación del tejido dañado.
Recientes estudios sobre Electro-Biología realizados en China han demostrado claramente que un campo radiante de "luz biológica" (con una gama de onda de -25 a 25 m) tiene la propiedad de conseguir la resonancia de un cierto número de parámetros energéticos del ser humano. Las placas calientes de un aparato basado en esta tecnología emiten este mismo tipo de campo energético, cuya característica principal es que tiene unos picos de onda muy precisos estimulados por el calor de las "tierras raras", minerales y mezclas metálicas contenidas en las amalgamas de las placas que la forman. La acción resultante de su insolación es un espectro producido análogo electrónicamente al que emite el cuerpo humano.
Desde el punto de vista de la Acupuntura, cuando el generador se pone en marcha, su espectro de frecuencia se pone en resonancia con el cuerpo tratado gracias a la intermediación del "Jing-Lo" (Meridianos). Por otra parte, desde el punto de vista de la Medicina Occidental, la resonancia electrónica refuerza el movimiento atómico y molecular en el interior del cuerpo y crea la "reacción de calor interno". Debe remarcarse que el efecto electrobiotérmico de estos aparatos no produce ninguna reacción secundaria.

A DIFERENCIA de otros sistemas utilizados para aplicar calor, el funcionamiento de esta lámpara se basa en un disco de radiación cubierto con un mineral formado por 33 elementos esenciales para el cuerpo humano, que, activado por un sistema de calentamiento eléctrico, emite una banda especial de ondas electromagnéticas "Yangis" de 2 a 5 micrones de longitud y de 28 a 35 MW/sq.CM de intensidad, lo cual coincide con la longitud e intensidad de las ondas emitidas por el cuerpo humano.
El cuerpo humano está Formado por millones de células, donde cada una de ellas utiliza una frecuencia propia. El campo biótico (emitido y recibido) está compuesto por el conjunto de estas frecuencias y ondas vitales. Dicho conjunto de ondas y señales forman la frecuencia biológica de cada persona, que forman un espectro infrarrojo de baja frecuencia.
Este aparato de infrarrojos, emite ondas biológicas similares a las de cuerpo humano, el cual capta esta energía y la transforma en energía biológica.