viernes, 24 de mayo de 2013

¿Pronador o Supinador? Fisiología y anomalías en el apoyo del pie

En bipedestación el pie recibe todo el peso del cuerpo a través del hueso astrágalo que lo reparte hacia atrás hasta apoyar en el calcáneo y hacia delante distribuyendo por los metatarsianos y los dedos.
En condiciones normales, el pie forma un arco con apoyo en el talón, dedos y parte externa de la planta.

Entre los movimientos del pie están: la Flexión, Extensión, Pronación, Supinación, Abducción y aducción según aparece en el gráfico inferior.



A nivel biomecánico o traumatológico, podríamos decir que el pie puede presentar una serie de anomalías referidas a la forma en que la planta apoya.

  • Pie Plano: La bóveda plantar está aplanada y apoya toda la superficie de la planta del pie.
  • Pie cavo: Es la patología opuesta al pie plano. En ella, la bóveda plantar presenta un exceso de concavidad.
  • Pie talo: El peso del cuerpo no está distribuido equitativamente sobre el pie y el talón recibe la mayor parte del peso, mientras que la parte anterior recibe mucho menos.
  • Pie equino: Es la patología contraria al pie talo. El peso se distribuye de forma que la cabeza del metatarsiano recibe la mayor parte del peso, mientras que el talón apoya con menos fuerza en el suelo.
  • Pie valgo: El pie presenta ligera rotación, girándose la planta hacia fuera por lo que el apoyo del pie se realiza con la parte interna de la planta.
  • Pie varo: En este caso es el borde externo de la planta el que apoya, lo que hace que hace girar la planta en varo, o sea, hacia dentro. Ocurre por  contractura de los músculos supinadores.

El movimiento de lateralidad del pie están a cargo de la articulación del tarso.
El eje de rotación de tales movimientos es oblicuo respecto al eje longitudinal del pie, por lo cual se realizan sobre este, movimientos combinados de abducción-supinación-flexión plantar y abducción-pronación-flexión dorsal.

Para simplificar, se ha esquematizado este movimiento como pronación y supinación según el dibujo que te presento.


Si volvemos al dibujo de arriba del todo, podrás deducir fácilmente que si deformas o gastas el calzado por la parte exterior, se podría decir que eres supinador, y que si lo haces por la interna eres probador. 

Existen en el mercado distintas marcas de calzado deportivo que proporcionan refuerzo adicional en una zona u otra dependiendo de tu forma de pisar pero...

En cualquier caso te recomiendo que visites a un osteopata o masajista deportivo para verificar que no padeces de un acortamiento por la contractura de peroneos que son pronadores, o de los tibiales anterior y posterior, del extensor del dedo gordo y del tríceps sural (gemelos y sóleo) que son supinadores.

miércoles, 22 de mayo de 2013

CELULITIS IV. Factores Desencadenantes

Bueno, ahora que sabemos qué es realmente la Celulitis, los tipos de Celulitis que hay y su mecanismo de producción, vamos a abordar los factores desencadenantes de la misma.

Confío en que a través de todo este conocimiento, consigas evitar que esta desagradable compañera "se apodere de tu silueta". Vamos pues a enumerar los distintos factores que la causan:




  • Factores endocrinos: 
    Hay hormonas que favorecen la polimerización, y otras son despolimerizantes. Las disfunciones hipofisiarias y ováricas, el hipotiroidismo y el hiperfoliculismo son factores probables. Las alteraciones del equilibrio estrógeno-progesterona favorecen la polimerización de la sustancia fundamentas y la retención de agua. Son frecuentes en la pubertad, menopausia y durante los tratamientos anticonceptivos orales. Ojo, esto no quiere decir que todas las mujeres que padecen celulitis padezcan trastornos hormonales.
  • Factores neorovegetativos: 
    Los trastornos de origen nervioso, emotivo, ansiedad, pueden predisponer a la celulitis a través de una distonía neurovegetativa.
  • Factores genéticos: 
    Aunque es complejo y difícil de establecer, si parece existir una predisposición genética a la obesidad y la celulitis.
  • Factores metabólicos: 
    La diabetes, la obesidad, los trastornos hepáticos, etc, pueden dar lugar a alteraciones linfáticas y problemas circulatorios que desencadenen la celulitis.
  • Factores alimentarios: 
    El consumo excesivo de calorías provoca la acumulación de grasa en los adipocitos, dificultando el drenaje linfático y favoreciendo la formación de la celulitis.
  • Factores tóxicos: 
    Tanto las intoxicaciones endógenas como exógenas favorecen la acumulación de desechos , perturbando la circulación de retorno. Ejemplos son el abuso del café, alcohol y tabaco, la tendencia al estreñimiento, hiperglucemias e hipercolesterolemias, etc
  • Factores sociales: 
    Mala calidad de vida y malos hábitos sociales pueden provocar celulitis. Una vida sedentaria, la falta de ejercicio, la utilización de ropa muy ajustada, malos hábitos posturales (por ejemplo, cruzar las piernas), el embarazo, habito de fumar, etc
  • Factores medicamentosos: 
    Algunos medicamentos como los somníferos, relajantes, calmantes, antiinflamatorios y anovulatorios favorece la polimerización de la sustancia fundamental.
  • Factores psicológicos: 
    La celitis afecta más a personas con ansiedad, depresión, nerviosas o inestables desde el punto de vista emocional.
  • Factores mecácnicos y vasculares: Posiciones fatigantes como estar sentado durante mucho tiempo, microtraumatismos repetidos, hipotonía vascular e insuficiencias venosas, predisponen o agravan la celulitis.

lunes, 13 de mayo de 2013

CELULITIS III. Mecanismo de producción de la Celulitis


Para la formación de la celulitis hay dos factores que concurren en el tejido afectado:
  1. La hiperviscosidad de la sustancia fundamental del tejido conjuntivo por hiperpolimerización de los mucopolisacaridos que lo forman.
  2. La hipertrofia de las células adiposas debido a la sobrecarga de triglicéridos.


Se produce una degeneración histológica: Las fibras se endurecen por la “fibrotización” del tejido a causa de una disminución de los intercambios metabólicos, la circulación sanguínea y linfática se ralentiza, produciéndose frecuentemente un éxtasis y edema y, se sobrecargan los adipositos.
Esto da lugar a la compresión de las terminaciones vasculares y nerviosas, desencadenando una reacción defensiva que se traduce en la formación de un tejido compacto y fibroso; son los conocidos “nódulos celulíticos” que confieren a la piel el aspecto que denominamos “piel de naranja”.


Podríamos decir que la formación de la celulitis pasa por cuatro estadios:

Estadio 1: Aparece un aumento de la consistencia de la piel y mayor congestión de la zona a nivel circulatorio (éxtasis circulatorio venoso y linfático). Hay pocos signos clínicos.

Estadio 2: La piel se encuentra más endurecida, rígida y pastosa a causa del edema del tejido adiposo, lo que se evidencia por la aparición del signo de “piel de naranja”.

Estadio 3: Debido al proceso de fibrosis, se producen micromódulos (las fibras se encuentran disociadas formando haces hinchados por la degeneración del colágeno. Puede aparecer dolor a la palpación en la zona celulítica.

Estadio 4: En el cuarto y último, aparecen grandes nódulos de consistencia dura y rígida. Hay dolor (incluso sin tocar la piel), ya que la fibrosis comprime los vasos y nervios.

sábado, 4 de mayo de 2013

CELULITIS II. ¿Cual es tu tipo de Celulitis?


En un artículo anterior vimos qué era la celulitis. En el de hoy, vamos a enumerar los tipos diferentes de celulitis así como sus características principales para en el próximo profundizar en sus causas.


CLASIFICACIÓN SEGÚN SU LOCALIZACIÓN

Celulitis generalizada

Aparece casi exclusivamente en personas obesas y desde la pubertad.

Celulitis localizada
  • Es la forma más conocida de la celulitis, la localizada en miembros inferiores: muslos, caderas y región glútea, dando lugar a la denominación “pantalón de montar”, e incluso, rodilla y tobillos.
  • También se puede localizar en cervicales (debido a un problema postural), brazos, abdomen o región lumbosacra.
  • Suele ir acompañada de hiperlordosis, que es una curvatura mayor de lo habitual en las zonas lumbar o cervical.

SEGÚN LA CONSISTENCIA


Celulitis dura
  •  Afecta a las mujeres jóvenes que hacen ejercicio físico frecuente, o a personas de peso normal o inferior, que tienen el proceso localizado.
  • La piel está compacta, difícil de pellizcar, dolor al presionar, con ondulaciones que no cambian con el movimiento corporal.
  • La temperatura local suele ser más fría que en el resto.
Celulitis Blanda
  • Es común en personas obesas o en personas sedentarias, o en personas que han bajado rápidamente de peso.
  • La piel resulta fácil de pellizcar, blanda y de tacto esponjoso. 
Celulitis edematosa
  • Se presenta en personas desde edades tempranas.
  • Se caracteriza por el importante edema que se produce en la zona celulítica, sobre todo cuando afecta a los miembros inferiores (“piernas muy gruesas”).
  • Va asociada frecuentemente a problemas circulatorio.